sábado, 17 de noviembre de 2007

BANCO DEL TIEMPO

Andrea Henriquez BBC Mundo

Hace pocos meses comenzó a funcionar en Santiago de Chile el primer Banco del Tiempo de Sudamérica. A diferencia de un banco tradicional, aquí el dinero no vale y lo que los clientes depositan en sus cuentas son "favores y servicios".
Trabajos de plomería, reparaciones eléctricas, costura, maquillaje, gastronomía, clases de guitarra, animaciones de fiestas o cuidado de ancianos son algunos de los servicios que ya han depositado los vecinos de los barrios donde operan las sucursales.
Según los impulsores de esta iniciativa, el fin es fomentar la solidaridad y la participación ciudadana.
Cadena de favores
Seis veces por mes Flora le corta el pelo a algunos de sus vecinos. El favor que ella hace tiene un valor en tiempo y a cambio puede obtener otro favor o servicio que necesite.

"Las personas me pagan con un cheque del Banco del Tiempo. Se trata del tiempo que uno quiera dar como un favor. Con los mismos favores uno va pagando", explicó a BBC Mundo mientras peinaba a una de sus vecinas en la pequeña peluquería que instaló en su hogar, en la municipalidad de Peñalolén.
El Banco del Tiempo funciona dentro de la dinámica de los propios barrios y son los mismos vecinos quienes lo administran.
"Los vecinos han participado y han entendido que el Banco del Tiempo es una herramienta efectiva para mejorar su propia calidad de vida pero también la calidad de vida de la comunidad en la cual están insertos en los barrios donde viven", explica a BBC Mundo Mauricio Dorfman, director ejecutivo de Cívica, organización no gubernamental ejecutora de este proyecto en Chile.
Y añade: "También ha sido importante el apoyo de la municipalidad".
Principio de igualdad
En cada una de las dos sucursales instaladas en el sector sur oriente de la capital ya hay casi cien personas inscritas y se han venido realizando transacciones que en promedio suman 60 horas por mes.

Homero Sepúlveda es presidente de la Junta de Vecinos de su barrio y a la vez, se desempeña como agente del Banco del Tiempo. Mientras le abría una cuenta corriente a una de sus vecinas conversó con BBC Mundo.
"Fue una campaña bien larga, puerta a puerta; la gente se entusiasmó y ha tenido mucho auge. La Junta de Vecinos nunca logró lo que está logrando el Banco del Tiempo: que los vecinos se conozcan y puedan hacerse favores entre ellos", afirmó.
Es mediodía en el sector de Peñalolén y Jeannette Cortés le toma la presión a un grupo de vecinas. "Es una iniciativa fabulosa y nos sirve para comunicarnos", dijo a BBC Mundo.
A su lado estaba Patricia. "Ha resultado muy favorable a la comunidad, en varios sentidos. Para poder unir más a los vecinos y además, no hay que salir a buscar afuera un favor que lo hacen al lado", agregó.
En el Banco del Tiempo rige el principio de la igualdad y todos los trabajos que realizan los habitantes del barrio valen lo mismo.

Proyecciones

Este proyecto forma parte de una red mundial de bancos del tiempo y en sus pocos meses de funcionamiento en Chile ha tenido una muy buena acogida.
Según sus impulsores, la clave es utilizar la fórmula bancaria para crear un círculo virtuoso y por eso se han planteado abrir más sucursales con el fin de generar una red nacional de intercambio de favores.
"Si en Chile efectivamente la gente es más solidaria y comparte con sus vecinos y con las comunidades con las cuales vive, eso necesariamente se va a traducir en un país más feliz", dijo Dorfman a BBC Mundo.
Este banco diferente busca reemplazar el individualismo extremo para generar un espacio de cooperación donde lo que vale son las habilidades de las personas, su tiempo y no el dinero.

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